
¿Y si te dejas sorprender por la originalidad de este crumble salado a base de tomate?
Bajo una capa crujiente de parmesano y copos de avena, se esconde una base tierna de tomates cherry y tomates secos 🍅 Una receta perfecta para una comida ligera, llena de sabor y originalidad.
Ingredientes4 personas
- 700-800 g de tomates cherry
- 1 bote pequeño de tomates secos
- 100 g de copos de avena
- 75 g de parmesano rallado
- 80 g de mantequilla fría cortada en dados
- 4-5 ramitas de tomillo fresco (o tomillo seco)
- 1 cucharada de hierbas provenzales (tomillo, romero, orégano y albahaca)
- Sal y pimienta al gusto
Preparación

1
Lavar los tomates cherry y cortarlos por la mitad. Cortar los tomates secos en tiras finas.

2
Precalentar el horno a 180 °C. En un bol grande, mezclar los tomates cherry con los tomates secos escurridos. Condimentar con un poco de sal (con moderación, ya que los tomates secos y el parmesano para el crumble ya tienen sal suficiente), pimienta y hierbas provenzales.

3
Preparar el crumble: en otro bol, mezclar los copos de avena, el parmesano rallado, la mantequilla fría en cubos y el tomillo. Mezclar con la yema de los dedos hasta obtener una textura arenosa, tipo crumble. Si prefieres una textura más fina, puedes triturar parte de los copos de avena con una batidora.

4
Repartir la mezcla de tomates en una fuente de horno (de unos 22 cm de diámetro o 24×16 cm si es rectangular) o en moldes individuales. Cubrir con la mezcla de crumble y hornear durante 25-30 minutos, ajustando el tiempo si usas los moldes individuales. Este plato vegetariano, tan sencillo como sabroso, se disfruta mejor tibio, acompañado de una ensalada de rúcula con pipas de calabaza.
Buen provecho 😋